Campamento Esperanza: Chile, un país al rescate

El verano de 2010 está siendo desolador en cuanto a emergencias y catástrofes: los fuegos forestales de Rusia, las inundaciones de Pakistán, erupciones volcanicas, huracanes, etc. Pero hay dramas que contienen todos los ingredientes de una tragedia griega, como el rescate de 33 mineros chilenos atrapados en una mina a 700 metros de profundidad, que ha conseguido unir a todo un país como Chile.

Cronología del drama

El 5 de agosto a las 14 horas, se produce un derrumbe en la mina San Jose de la provincia de Atacama en Chile, 33 mineros estaban en ese momento en su interior. Hasta las 19,30 horas no se tuvo noticia del accidente y hasta las 22 horas no comenzaron las labores de rescate.

El 6 de agosto comienzan las labores de rescate y socorristas intentan bajar por el conducto de respiración de la mina, pero el 7 de agosto se produce otro derrumbe que inutiliza este conducto.

El 8 de agosto llegan las maquinas de sondeo que intentarán alcanzar el refugio donde podrían encontrarse los mineros. El 14 de agosto llegan motores robotizados a Chile que permiten aumentar la precisión de las sondas. El 15 de agosto se suspenden las labores dentro de la mina al comprobar la inestabilidad del terreno. El 17 de agosto una de las sondas que se dirigía al taller de la mina se topa con una caverna, introducen una cámara pero no ven nada.

El 18 de agosto una de las sondas alcanza los 670 metros en su camino a uno de los túneles cercanos al refugio. El 2o de agosto otro sondeo alcanza los 700 metros pero no alcanzó el refugio desanimando a los familiares.

El 22 de agosto una de las sondas alcanza los 688 metros y oyen ruidos, al sacar los tubos 2 mensajes dicen que están vivos.

Estamos bien en el refugio los 33

Este fue el mensaje que escribió con lápiz rojo el jefe de turno, Luis Urzúa, y que desató la euforia de la familia y del país en pleno. Habían sobrevivido 17 días sólo con agua, a 700 metros de profundidad y altas temperaturas y humedad. Estaban en un refugio con oxígeno y agua. Y estaban entrenados para dirigirse a él en caso de emergencia.

La explosión de júbilo se trasladó a todo el país y se vio ondear la bandera chilena junto a claras manifestaciones de alegría de toda la población.

El rescate fue coordinado por el Ministro de Minería, Laurence Golborne, pero en el momento en que se supo que estaban con vida el presidente suspendió su asistencia a la ceremonia de cambio de mando presidencial del recien electo presidente de Colombia entre otras actividades y se desplazó a la boca de la mina.

Fue el presidente quién compareció ante los medios y explicó todo el proceso. La actuación del presidente a pocos días del inicio de su mandato ha sido duramente criticada, primero por no desplazarse al lugar hasta que no se tuvo confirmación de que estaban vivos y después «porque sólo le interesa el show» en palabras del sindicato de mineros.

Es difícil en una situación de catástrofe el posicionamiento de un líder. Ya hemos hablado del efecto Giuliani y la capacidad de liderazgo en situaciones complejas. A veces no se está o se llega tarde y, a veces se peca de protagonismo más allá de la eficacia real de las acciones de los mandatarios. Aunque de lo que no hay duda es de que en situaciones de crisis lo último que se puede hacer es esconder la cabeza.

Luces y sombras: La empresa

Pero lo realmente alucinante ha sido la noticia de que la empresa se estaba planteando no pagar los salarios a los mineros porque la mina esta paralizada!!!!!!. El ministro de Minería, Laurence Golborne, que dirige las labores de rescate ha calificado de «sorprendente» que la empresa no garantice los sueldos de sus trabajadores y ha señalado que la forma de actuar de los dueños «deja mucho que desear».

Poco antes el empresario Alejandro Bohn, dueño de Minera San Esteban, había anunciado que él y su socio, Marcelo Kemeny, no tienen «ninguna intención de seguir con la mina San José por el momento» y que no hay certeza de que la empresa pueda seguir pagando el asalario de los mineros. Bohn ha admitido, además, que la compañía no tenía previsto el pago de los seguros a los trabajadores.

«Debido al prolongado cierre (desde el 2007, en el que hubo un accidente en el que murió un trabajador) tuvimos un deterioro económico importante y a la fecha no hemos podido reponerlos, pero la cobertura de los seguros en estos casos es bastante baja», ha argumentado el empresario en unas declaraciones que el ministro Golborne ha considerado «increíbles».

Golborne ha señalado que el accidente en el yacimiento San José, situado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Copiapó, en el norte de Chile, ha dejado al descubierto una «falta de preocupación bastante importante en cuanto a seguridad». Y ha subrayado que si la empresa hubiera cumplido con sus obligaciones, como tener disponible una salida de emergencia a través de la chimenea de ventilación, «nos hubiéramos ahorrado todo este drama». Según el ministro, la empresa desoyó todas las recomendaciones que les hicieron los inspectores que supervisaron la mina tras el accidente del 2007.

Vidas al límite hasta el rescate

Ahora habrá que ver la reacción de los mineros ante los 4 meses bajo tierra que deberan pasar antes del rescate. Tras el golpe anímico por ser localizados ahora podría venir un periodo de bajón anímico por la falta de contacto normal con sus familias.

En estos momentos la principal tarea es la normalización de los niveles de hidratación y nutrición, que según los expertos durará 5 días. Pero lo más importante, según recoge el periódico El Mercurio, es la organización que sigan en estos meses que girará en torno a las siguientes pautas, que las autoridades han dicho que no son negociables:

• Respeto por los liderazgos

Tres son los líderes ya definidos: Luis Urzúa, Johny Barrios y Mario Gómez. A ellos se les empoderará para tomar las decisiones que involucran al grupo. El jefe de turno el día del derrumbe, Luis Urzúa, es quien encabezará a los 33 mineros. De acuerdo a las conversaciones mantenidas, tiene el respeto y es escuchado por los subalternos. Como responsable de los informes médicos y de administración de fármacos se designó a Barrios. Él tiene experiencia en técnicas de enfermería, que adquirió al asistir con inyecciones de insulina a su madre (ya fallecida). En su barrio era buscado porque también sabía tomar la presión y medir la temperatura. Mario Gómez,  quien se ha hecho famoso por las cartas románticas que le envía a su esposa, es el que tranquiliza al grupo y aparentemente es el que motiva a realizar las oraciones bajo la mina. Se convirtió en una especie de guía espiritual.

• Organización

Los especialistas han acordado exigir que se cumplan horas de sueño, de inicio de actividad laboral, comidas, recreación y reposo. Aún no se define a en qué horario deberá partir una actividad y la otra. Pero para cumplir se ha pensado establecer periodos de día y de noche, mediante el uso de lámparas fluorescentes que puedan ser graduadas. No se les suministrará electricidad para evitar posibles cortocircuitos o incendios. También se les prohibirá que usen los vehículos con que cuentan para no contaminar el aire.

Podrán hacer ejercicio, pero no deambular por la mina para evitar accidentes.  Una pequeña herida en las condiciones de humedad en que están puede provocar un problema grave.

• Distribución de espacio

En los casi dos kilómetros que tienen de espacio, deberán tener tres sectores claramente definidos y separados unos de otros: dormitorios (sólo pueden ser usados para dormir o reposar), sala de reunión (para comer, recrearse, recibir alimentos o conversar entre ellos o con sus familiares) y baños. El titular de la cartera de Salud del gobierno chileno que está coordinando todos estos aspectos detalló que esto ya lo hicieron los mineros por cuenta propia. Lugares para estar solos no son recomendables, según Díaz. Lo mejor es la compañía de sus compañeros debido al delicado estado emocional que pueden estar pasando.

«Es muy probable y recomendable que en algún momento se quiebren emocionalmente», dice el especialista. «Necesitamos que liberen emociones».

Para que se sientan acompañados, los sicólogos y médicos creen que lo mejor es armar parejas de a dos entre los mineros, para se vayan turnado en el cuidado del uno y el otro. «Si es necesario, los sicólogos intervendrán cuando alguien lo requiera de manera más personalizada».

Para manejar los episodios de estrés o depresión, se les suministrarán fármacos.

• Desarrollo de talentos

Se potenciará las habilidades de cada trabajador, al igual como ocurrió con el surgimiento de los liderazgos espontáneos. «Si alguien cree tener habilidades como prestidigitador, le podemos enviar cartas para que las use», explica Díaz.

La idea es generarles actividades para que tengan una vida lo más normal posibles.

• Alimentación

El aporte nutricional será bastante equilibrado, con alimentos ricos en proteínas y con las calorías suficientes para no elevar el volumen de su cintura sobre los 70 cm (el diámetro que tendrá el ducto de rescate) ni les provoque demasiadas deposiciones.

En cuanto al agua, por una de los sondajes se introducirán tres tubos que les suministrarán de manera continua agua, aire y comunicación. Se les enviará llaves para que ellos las instalen en los dos primeros y puedan regularlos de acuerdo a sus requerimientos.

• Pasatiempos y ejercicios

Las actividades lúdicas cumplirán un rol fundamental para mantener la moral alta en el grupo. Juegos como la brisca, la lectura, ludo o el uso de aparatos tecnológicos serán facilitados para que los realicen. Ayudan a distraer, matar el tiempo y a mantenerse activos.

En el campamento armado en la mina, trascendió que no se descarta la posibilidad que vean películas. El contacto con los familiares vía carta se mantendrá. Se está contemplando realizar una video-conferencia para ver el estado de sus lesiones cutáneas así como también para comunicarse con sus familiares.

La actividad física no será intensiva, pero sí obligatoria para evitar las atrofias musculares. Realizar abdominales les permitirá disminuir el perímetro de cintura.

También está contemplado que participen en el retiro de escombros que caerá al fondo de la mina la perforadora Strata 950, la cual tiene la misión de hacer el túnel por donde serán rescatados.

• Rescate final

El momento del regreso a la superficie también se manejará con cuidado. El sueño del doctor Díaz, ministro de sanidad, es rescatarlos limpios y bien vestidos, como si volvieran a casa después de un largo turno de trabajo. Una imagen así sería muy bien acogida por sus familiares tras tanto tiempo de angustias.

Las previsiones más optimistas hablan de Navidad. Seguiremos con gran interés la vida de un grupo de personas en situacion extrema y como se resuelve la situación. Un duro drama y una experiencia para aprender en cabeza ajena.

PD.: Las imágenes provienen de un gráfico interactivo del periódico chileno » El mercurio» que recomendamos visitar. En especial el detalle a escala de la mina es muy ilustrador.