VIX: El índice del pánico
Hace unos días oí hablar a un experto sobre el índice del miedo y me resultó muy curioso que en economía se hablara de algo muy importante, directamente relacionado con los sentimientos. Comencé interesándome sobre qué era ese índice, para terminar elucubrando sobre quién está gobernando realmente el mundo, la fuerza real de los gobiernos y sobretodo, cómo abordar una gestión de proyectos y personas en tiempos de crisis económica.
El VIX (Volatility Index) es un índice financiero estadounidense desarrollado en el año 1993 por el mercado de opciones de Chicago «Chicago Board Options Exchange» (CBOE). Se establece diariamente y es utilizado como medida del riesgo en EEUU. Mide la volatilidad y se calcula haciendo la media de volatilidades sobre las options “puts“ y “call“ del índice Estandar &Poor 500 (S&P 500). De lo dicho y por ahora, los no expertos en economía, no nos hemos enterado de nada. Vamos a ver de qué va la cosa.
En el mercado de finanzas una option es un producto derivado que da derecho, pero no obliga, a comprar o vender un activo financiero a precio fijado con anterioridad (strike) durante un tiempo dado o a una fecha fijada, en una óptica de especulación o de seguro. Existen igualmente options llamadas exóticas que obedecen reglas más complejas y las ya famosas stocks options.
La call es una option de compra sobre un instrumento financiero y la put es una option de venta de un instrumento financiero, en tanto que el S&P 500 (SPX) es un índice de bolsa basado en la cotización en bolsa de 500 grandes empresas.
Fenomenal, vamos pillando algo, pero de momento y después de leer el libro blanco del VIX y cómo se calcula (para curiosos muy curiosos), seguimos sin saber para qué sirve este índice.
¿Por qué es una herramienta tan importante para los analistas?
Aquí es dónde la cosa se nos vuelve más inteligible a los profanos, ya que se empieza a hablar de algo de lo que entendemos todo el mundo: de sentimientos.
Es tan importante, porque refleja el sentimiento de los inversores sobre sus expectativas, ya que se estarán cubriendo con puts o calls ante posibles bajadas o subidas del activo subyacente en el futuro. Como el índice se calcula a partir de los precios de los puts y calls, su valor variará junto con las expectativas.
No puedo dejar de acordarme de mi primer partido de pelota junto a un amigo experto en los frontones. Además de animar a nuestro pelotari favorito (nos miraba todo el mundo), resulta que mi amigo apostaba a uno y otro pelotari a lo largo de todo el partido, con unos cálculos que para mí eran un galimatías. El resultado fue que nuestro pelotari perdió, pero mi compañero salió ganando unos durillos. ¿Algo parecido a manejar put y call?. Sigamos viendo de que va el VIX.
El índice del miedo
En definitiva, el VIX se utiliza para medir las expectativas de volatilidad, y se llama también el “índice del miedo” o “fear index”.
Si sube el valor del VIX, entonces el mercado estará previendo fuertes movimientos (o una mayor volatilidad) en las acciones que cotizan en el S&P 500. Así mientras el S&P 500 sube, el VIX desciende y viceversa. Además como existen grandes empresas que cotizan en diversas bolsas junto a las que tienen inversiones en otros países, hay una correlación entre el VIX y los principales índices bursátiles de varios países.
Como conclusión, si el índice se encuentra en valores elevados, entonces nos encontramos en un escenario de fear o miedo por parte de los inversores, al contrario, si se encuentra en valores bajos, entonces estamos en un escenario optimista y tranquilo.
Aunque quizás lo más importante es prestar atención a las variaciones que se producen en el índice, es decir a las fuertes alzas o bajas.La variación de este índice es más importante que su valor en sí mismo.
- Si crece indica un pesimismo creciente
- Si decrece indica un optimismo creciente
Los máximos históricos han tenido un techo de 46 puntos, mientras que los mínimos un límite de 10 puntos. La media ronda los 20 puntos.
Situaciones de pánico
Ahora bien, hay situaciones como las que estamos viviendo recientemente, muy pero que muy curiosas: el pasado 6 de mayo el VIX se disparó un 60% cuando en Wall Street se registró un desplome del 9%, el mayor batacazo desde la crisis de 1987.
El terror fue de tal calibre que el VIX alcanzó por momentos los 40 puntos, una cota que no tocaba desde principios de 2009. Ese nivel suponía una revalorización momentánea del 60%, que al cierre se relajó hasta el 37% al concluir la sesión en los 34,17 puntos. Esa fuerte subida fue similar a las primeras que sufrió el indicador entre septiembre y octubre de 2008, en los días previos y posteriores a la bancarrota de Lehman Brothers. En aquellos momentos, el llamado índice del pánico se disparó casi hasta los 90 puntos.
El pasado mayo, ¿Por qué se produjo el pánico ?. Por una serie de rumores y, al parecer, varios errores sobre varias acciones del Dow Jones y del Standard & Poor´s !!!!!!!.
La especulación hablaba de un posible cierre de las bolsas europeas por una avalancha de órdenes sobre el sector bancario. Lo mismo ocurrió con la falacia de la petición de ayuda de España al FMI por más de 250,000 millones. Los rumores se propagaron, los operadores se preguntaron que pasaban con sus acciones y el índice subió al tiempo que el pánico. En este caso, con el pánico de todos los que mirábamos sin entender.
Compañías como 3M y, sobre todo Procter & Gamble, que no tiene nada que ver con el sector financiero, sufrieron al mismo tiempo derrumbes de cerca del 40%. Fuentes oficiales de la Bolsa de Nueva York explicaron que investigarían todos los movimientos, pero que en principio este movimiento tan brusco se podía deber a un error de un operador que había llegado a poner una orden de venta por 16.000 millones de dólares.
El mercado de derivados de Chicago (CME, por sus siglas en inglés) dijo también que analizaría todas las operaciones para conocer si ha podido haber alguna maniobra especulativa fuera de la legalidad. Varios brokers apuntaban que podía tratarse de un error ortográfico, ya que en lugar de poner million -millón en español- el operador puso billion -miles de millones- al tramitar su posición.
Los analistas del otro lado del Atlántico buscaron explicaciones lógicas a un derrumbe de tal magnitud y en tan poco tiempo. Pocos se creían que se hubiera provocado por el contagio de la situación de Grecia o por el aumento de los seguros de cobertura sobre impago –credit defaut swap– sobre Portugal, España e Irlanda. Y muchos menos por ninguna noticia negativa sobre las citadas 3M y Procter & Gamble. Aún no tenemos una explicación clara más allá del puro juego especulativo de las bolsas.
El último valor del índice era de 28,79 el pasado 11 de junio, bajando 1,78 (5,82%) en el día. Es muy interesante el jugar con las tablas interactivas del CBOE .
Otro índice interesante es el de desconfianza entre Bancos, también alude a sentimientos que luego se traducen al mercado financiero y por derivación a nuestras vidas de mortales comunes. Pero ya es bastante dolor de cabeza por hoy.
De pánico, proyectos e ilusiones
Si algo se aprende trabajando en emergencias es a enfrentarse a situaciones en las que se cuenta con poca información, a disponer de los recursos optimizándolos al máximo y a adoptar las mejores decisiones en las peores condiciones. El análisis de riesgos que hay que realizar en el momento de la emergencia obliga a una gestión de medios y recursos que resulta óptima cuando está bien dimensionada, siempre en relación a la emergencia y dirigida a solucionarla sin infra o sobredimensionar la movilización de medios. Todo un arte.
Nos ha llegado el índice del pánico de la economía mundial a la gestión de los Gobiernos, a todas las escalas. Efectivamente, se acabaron las vacas gordas y la manera de gestionar con las arcas llenas. Simplificando mucho, creo particularmente que si queremos bajar, por ejemplo, el consumo desmesurado del agua, en lugar de cerrar el grifo y morirnos de sed podríamos comenzar por eliminar las fugas de las cañerías que, después de tantos años, son sobradamente conocidas.
Que los errores de los millions o los billions, los rumores y los clubs Blimbergergs no agoten los proyectos e ilusiones de poder avanzar creando, aún en tiempos de crisis. Los proyectos no están reñidos con la contención de gastos, todo lo contrario.
Hay transformaciones necesarias que se resuelven con la reestructuración organizativa y con la adecuación del gasto y la inversión al plan estratégico de la organización . Aunque, ¿saben lo que le dijo una gallina deprimida a otra gallina deprimida?. – Necesito apoyo ( ¿o era Pollo?).
Muy buena esta pequeña lección de economía para novatos; índices de volatilidad, de pánico… de miedo… esto último han conseguido que nos cale hasta las venas.
El miedo es bueno si se sabe gestionar y conseguir que no sea el miedo el que tome por nosotros las decisiones. El miedo que nos lleva a tomar precauciones, analizar circunstancias a valorar otras opciones y si es necesario a tomar medidas poco populares y más largoplacistas, no con un horizante en el mejor de los casos de 4 años.
A mi modo de entender y con muy pocos conocimientos de economía (los ministros de economía no parecen entender mucho más) los dirigentes de los países de nuestro entorno están demostrando que actúan de cara a la galería y hasta que no se ven con el agua al cuello o son obligados, no toman conciencia real de la situación. Una vez más a última hora y después de haber dilapidado recursos que ahora tendremos que pagar todos LOS TRABAJADORES una vez más. En el post dice que es muy fácil gestionar con las arcas llenas, yo a lo que llevamos viendo en los últimos años le llamo GASTAR, que para nada tiene que ver con GESTIONAR. Gastar es fácil gestionar no lo es tanto.
Totalmente de acuerdo con la frase «Los proyectos no están reñidos con la contención de gastos», hagamos un ejercicio de creatividad, innovación y buena gestión y seguro que podemos hacer cosas igual de interesantes.