La solidaridad y la desconfianza
Con el reciente terremoto de Haití, me ví sorprendida cuando en mi entorno, una vez más, el movimiento espontáneo de solidaridad se veía frenado por la desconfianza y me formulaban las, al parecer, inevitables preguntas de: » ¿a quién es mejor dar el dinero?», «¿este dinero ya llegará?», «¿cuanto se queda en el camino?», «yo no creo en eso pero ¿como hago llegar mi ayuda?», etc, etc…
Buscando datos sobre el control y regulación de las ONGs en el estado encuentro que el Código de conducta de las ONG de desarrollo establecido por la confederación que agrupa a las Organizaciones no Gubernamentales más importantes del estado, CONGDE, establece que las entidades con ingresos superiores a 300.000 euros deben llevar a cabo auditorias económicas externas anuales, «que estarán a disposición de todo aquel que las solicite». Igualmente insta a las ONGD a hacer pública la distribución de los gastos, con un apartado que especifique las cantidades destinadas a los gastos de administración y los conceptos que se contemplan en ese apartado.
Asimismo de acuerdo con la normativa estatal, la Ley 50/2002 de Fundaciones recoge las obligaciones contables y circunstancias que obligan someter las cuentas a auditoría externa.
En principio, todas las ONG que reciben subvención pública están sujetas a auditorías, mientras que las fundaciones rinden cuentas ante el protectorado de su fundación. Tanto internas como externas, las auditorías son cada vez más frecuentes, sobre todo, entre las organizaciones de mayor volumen. Los propios socios pueden exigir estos controles para mejorar la transparencia o si tienen cualquier duda sobre el trabajo de las organizaciones.
Compromiso de las ONG: La Carta Mundial de Rendición de Cuentas
En el verano de 2006, once organizaciones internacionales de desarrollo social, medio ambiente y derechos humanos aprobaron la primera Carta Mundial de Rendición de Cuentas del sector no lucrativo. En ella, se comprometieron a mantener y aumentar la confianza del público, así como unos valores básicos y principios de funcionamiento para las ONG internacionales.
- Ayuda en Acción Internacional
- Amnistía Internacional
- Alianza Mundial por la Participación Ciudadana (CIVICUS)
- Consumers International
- Greenpeace Internacional
- Oxfam Internacional
- Alianza Internacional Salvemos a los Niños
- Survival Internacional
- Federación Internacional Tierra de Hombres
- Transparencia Internacional
- World YWCA
Mientras que las ONGs han estado sujetas a la legislación de cada estado, esta Carta establece valores básicos y principios de funcionamiento para las ONG de manera internacional. Entre ellos figuran buen gobierno y gestión, recaudación de fondos y compromiso con todas las partes interesadas. También se hace referencia específica en ella al respeto de los principios universales (como la Declaración Universal de Derechos Humanos), la independencia, la labor responsable de defensa, el establecimiento de programas efectivos, la ausencia de discriminación, la transparencia y la recaudación de fondos ética.
A esta Carta Mundial se han ido adhiriendo las más importantes ONGs españolas. Pero estos movimientos no logran contrarrestar reacciones como la que tuvo recientemente Evo Morales.
Evo Morales: «Las ONGs usan a los pobres para vivir bien»
El pasado octubre el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha criticado a las organizaciones no gubernamentales (ONGs) que convierten en un «gran negocio» a los pobres, los indígenas y el medio ambiente y pidió transparencia en la administración de estas entidades. «Algunas ONGs sólo nos usan a los pobres, a los indígenas y al medio ambiente para que ellos vivan bien», denunció en una conferencia en La Paz. A las críticas a los proyectos de exploración de hidrocarburos en una zona de gran riqueza medioambiental respondió denunciando que muchos de los representantes de ONGs que critican estos proyectos «viven en la ciudad, tienen luz, tienen todo no les interesan las familias que viven en el campo, que no tienen luz ni servicios básicos». Evo Morales admitió que respetaba a muy pocas ONGs porque la mayoría «para justificar su financiación, cualquier cosa inventan», y reclamó que los gobiernos deberían examinar «seriamente» el funcionamiento de algunas de estas entidades.
«Yo me salvé felizmente de las garras de las ONGs. Algunas las respeto pero muy pocas», ha afirmado el gobernante indígena, quien ha apostado por una política de cooperación internacional «estado a estado».
Estas reacciones no son aisladas. Patrick Cockburn, escribe en un newsletter en la red que «…Los haitianos están pagando ahora el precio de esta débil y corrupta estructura de gobierno porque no hay nadie para coordinar los esfuerzos más elementales de auxilio y rescate. Su debilidad se ve agravada porque la ayuda se ha canalizado a través de ONG extranjeras. Una justificación es que de esa forma es probable que se robe menos dinero, aunque ello no garantice que gran parte de ese dinero llegue a los pobres de Haití. Un chiste amargo de Haití dice que cuando un ministro de Haití se lleva el 15% del dinero de la ayuda se llama «corrupción», y cuando una ONG o una agencia de ayuda se lleva el 50% se llama «gastos generales».
Confiemos en la solidaridad
Es cierto que también en nuestro entorno vemos ONGs que disponen de «staff» profesionalizado, con una gran estabilidad laboral y buenos sueldos, y que además este «staff» se diferencia de los voluntarios en situación y hasta en intereses. Pero creo que es justo confiar en su honradez y mucho más en la transparencia de las ONGs con las que trabajamos estrechamente.
Ver el trabajo de sus voluntari@s en Haití y el corazón puesto en ello y poder decirles Ongi Etorri no es algo que siembre desconfianza, sino todo lo contrario. Una gran confianza en ellos y en la debida transparencia de sus responsables.